Los resultados electorales en Cataluña han vuelto a dar la razón al PSOE y nos animan, más aún, a continuar la senda del entendimiento. Hemos dicho ‘no’ a la confrontación en Cataluña, hemos sembrado la convivencia y no la división, y hemos demostrado que se avanza desde el respeto a la pluralidad y a la diversidad de lo que somos, nunca desde el odio. Afortunadamente, todo nuestro esfuerzo ha merecido la pena. La verdad de lo que los socialistas defendemos se ha impuesto y por eso las y los catalanes han dado su confianza a Salvador Illa para que les represente y les gobierne.
Illa y el PSC han realizado una gran campaña en la que han hablado y realizado propuestas a los problemas reales de las y los catalanes, y han obtenido un resultado histórico. Por primera vez en 40 años, el independentismo y el nacionalismo no tienen mayoría absoluta en el Parlament de Catalunya, por lo que se abre un tiempo nuevo. Cataluña quiere un gobierno de Salvador Illa y así lo ha expresado en las urnas.
El PSC ha ganado en votos y en escaños con 42 diputados en el Parlament. Han subido cinco puntos porcentuales y 220.000 votos y superan en 200.000 votos más al segundo partido, en 400.000 al tercero y en más de medio millón más al cuarto. Es, por lo tanto, un resultado incontestable que hará de Salvador Illa el próximo presidente de Cataluña.
También se ha puesto de manifiesto que las políticas de Pedro Sánchez han sido las correctas, pese a los daños colaterales de los que hemos sido víctimas en el PSOE, como creo que merece la pena recordar. Durante todo este tiempo hemos sufrido insultos, amenazas y ataques de todo tipo. Más de 150 sedes de nuestro partido han sido vandalizadas. Unos compañeros han sufrido agresiones ultras y otros han tenido que volver a llevar escolta. Sin embargo, el PSOE fue la mejor opción el 23J y lo sigue siendo ahora, como ha quedado patente este 12M. De los resultados electorales se pueden extraer, igualmente, otras conclusiones, como que la derecha era la verdadera gran fábrica de independentistas. La derecha de Feijóo es irrelevante e inútil, una vez más, para los ciudadanos en un nuevo territorio tal y como quedó recientemente claro en Euskadi. El aval de la ciudadanía catalana en las urnas fortalece la legislatura que preside Pedro Sánchez que seguirá trabajando por el progreso de España.
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