La frase que le da título a este artículo se la han encontrado durante estos últimos días los viajeros que han pasado por la estación intermodal de Almería y resume a la perfección lo que muchos almerienses están observando con sus propios ojos desde hace meses: los grandes avances que presentan las obras de la conexión ferroviaria de alta velocidad entre Almería y Murcia.
Una de las imágenes más espectaculares de estos trabajos, que hemos podido ver en todos los medios de comunicación, ha sido el lanzamiento del tablero del viaducto de Los Feos, que se ejecuta en el tramo Los Arejos-Níjar. Tampoco han desmerecido las instantáneas que se han publicado del túnel del Rincón, una estructura de casi un kilómetro de longitud, en el tramo comprendido entre Pulpí y Lorca, y en cuyas obras se han empleado técnicas innovadoras.
Además, ya se está avanzando en la electrificación de toda la línea, a la vez que se redactan los proyectos para tender las vías y se impulsa día a día la construcción de la plataforma. Asimismo, la integración del ferrocarril en la ciudad de Almería va a cumplir un nuevo hito en las próximas semanas con la demolición de la pasarela peatonal sobre la avenida Sierra Alhamilla. Las obras de soterramiento culminarán con una nueva ordenación de todo ese espacio, que cambiará por completo la imagen que tenemos hoy de la ciudad.
La construcción del tramo del Corredor Mediterráneo entre Murcia-Almería cuenta con una inversión de 3.500 millones de euros y permitirá conectar a nuestra provincia con las redes ferroviarias europeas. Esto, que a priori parece que va solo de trenes, supondrá multiplicar el progreso y las oportunidades para Almería en términos de logística, desarrollo socioeconómico y, por supuesto, de empleo.
Para ello, es también necesario que el Gobierno andaluz y el sector empresarial comiencen a trabajar ya para llegar a 2026 con la tarea hecha. De esto no se habla mucho, pero es fundamental que se ejecute el enlace del Corredor con el puerto seco de Níjar, en el que la Junta no ha avanzado ni un solo metro, y que se pongan en marcha medidas que implementen el desarrollo y la adaptación de sectores como el turístico, la piedra natural, la agricultura o el transporte a la potencialidad que nos ofrecerá la alta velocidad.
El Gobierno de progreso de España se comprometió a terminar las obras del AVE entre Almería y Murcia en 2026 y hoy ya nadie duda – puesto que las inversiones y las obras han acabado con el relato de los cenizos – que ese compromiso se hará realidad. Ya hay camino, desarrollo y futuro gracias a la implicación del propio presidente, Pedro Sánchez, con Almería.
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