Tarde redonda de ‘Cuéntamelo en Almería’ con relatos, juegos y hostelería en El Toyo-Retamar

Eran las 8:30 de la tarde. Los niños y niñas llevaban ya media hora escuchando atentos el cuentacuentos que les narraba un divertido deportista que participó en los Juegos Mediterráneos del año 2005, mientras los camareros empezaban a colocar, de forma pausada, las mesas y sillas en las terrazas de los bares y restaurantes de la Plaza del Mar de El Toyo-Retamar. Cuando comenzaron los juegos tradicionales estaba la hostelería lista, y tras la finalización de la actividad, muchas de las familias decidieron quedarse para cenar en este bello espacio costero, que cuenta con amplias zonas para que los pequeños sigan jugando.

Por tanto, la tarde-noche de ayer, viernes, en la ruta ‘Cuéntamelo en Almería’ en El Toyo-Retamar fue redonda para el Área de Turismo, Comunicaciones y Promoción de la Ciudad, y también para las familias que participaron en la actividad. Promoción de esta barriada costera con una actividad cultural que ha contribuido a dinamizar la Plaza del Mar.

Ha sido la tercera parada de la ruta ‘Cuéntamelo en Almería’ y nuevo lleno. Tres de tres, con niños y niñas sentados en la ‘alfombra mágica’, rodeados de sus padres. En esta ocasión acudió un antiguo deportista de los Juegos Mediterráneos, evento que puso en el mapa deportivo a la ciudad, uniendo orgullosos a todos los almerienses, y que explicó de forma gráfica y divertida este nadador a unos niños que ni habían nacido cuando se celebró. Los Juegos fueron el germen de El Toyo, donde se ubicó la villa olímpica, luego convertida en una importante barriada turística, hermanada con Retamar, con espléndidas playas, una moderna red hotelera, pabellón de deportes, un centro de convenciones y congresos, campo de golf municipal y viviendas. Un tranquilo espacio para veranear y también, por supuesto, vivir.

El deportista enlazó los Juegos Mediterráneos con un cuento en el que el juego es el protagonista. Un príncipe egoísta que quita los juguetes a cada niño de su reino, y que sigue con la avaricia cuando conoce a un juguetero que inventa un juguete especial cada día, y que le impone una única condición: debe jugar siempre con todos los juguetes. Tarea cada vez más agotadora, más aún en solitario, por lo que el pequeño príncipe se da cuenta de que es más divertido compartir sus juguetes con los niños y niñas del reino. Un relato participativo, con escenas muy simpáticas como cuando el juguetero ‘cortaba’ el pelo a los niños y niñas para crear la magia de un nuevo juguete, y la moraleja de que es más divertido compartir, el mismo espíritu de equipo que imperó en los Juegos Mediterráneos de Almería 2005.

Y tras el cuentacuentos, todos juntos jugaron al ‘pañuelo’, un juego tradicional, donde se une habilidad, reflejos y deporte. Una experiencia que luego compartieron muchos de e llos con sus padres, en la cena sentados en las terrazas de la Plaza del Mar.

Míércoles, 16 de agosto, en el Paseo Marítimo

La ruta de cuentacuentos para el mes de agosto, creada por Consultora Contraportada para el Área de Turismo, Comunicaciones y Promoción de la Ciudad del Ayuntamiento de Almería, continuará el miércoles 16, en el Paseo Marítimo de Almería, a la altura de la Plaza Elena Pezzi (popularmente conocida como Villa Pepita), con el relato de Guillermo Langle, el histórico arquitecto municipal, clave en la ciudad.

Las dos últimas paradas serán el martes, 29 de agosto, con un socorrista que narrará un cuento en Costacabana, y el jueves, 31 de agosto, en el Mirador de la Rambla, con la presencia de Jesús de Perceval. Esta actividad es gratuita y pensada para toda la familia, especialmente los más pequeños.